El constructivismo es una
corriente de la pedagogía que se basa en la teoría del conocimiento
constructivista. Postula la necesidad de entregar al alumno herramientas
(generar andamiajes) que le permitan crear sus propios procedimientos para
resolver una situación problemática, lo cual implica que sus ideas se
modifiquen y siga aprendiendo.
Básicamente
puede decirse que el constructivismo
es el modelo que mantiene que una persona, tanto en los aspectos cognitivos, sociales y afectivos
del comportamiento, no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas,
sino una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de
la interacción de estos dos factores. En consecuencia, según la
posición constructivista, el conocimiento no es una copia de la realidad, sino
una construcción del ser humano, esta construcción se realiza con los esquemas
que la persona ya posee (conocimientos previos), o sea con lo que ya construyó
en su relación con el medio que lo rodea.
El Constructivismo ve el aprendizaje como
un proceso en el cual el estudiante construye activamente nuevas ideas o conceptos
basados en conocimientos presentes y pasados. En otras palabras, “el
aprendizaje se forma construyendo nuestros propios conocimientos desde nuestras
propias experiencias”.
El constructivismo en el ámbito educativo propone un paradigma en donde el proceso de enseñanza-aprendizaje se
percibe y se lleva a cabo como proceso dinámico, participativo e interactivo
del sujeto, de modo que el conocimiento sea una auténtica construcción operada
por la persona que aprende (por el "sujeto cognoscente"). El
constructivismo en pedagogía se aplica como concepto didáctico en la Enseñanza orientada a la acción.
El conocimiento y el aprendizaje humano,
en el constructivismo pedagógico, son el producto de
una construcción mental
donde el "fenómeno real" se produce mediante la interacción sujeto
cognoscente-objeto conocido , siendo desde esta perspectiva inapropiado la
separación entre investigador e investigado, ya que tanto los datos como
los hechos científicos surgen de la interacción ininterrumpida del hombre frente
a su entorno. (Flórez Ochoa, 1994)
Según Piaget
(1992), pionero teórico
del constructivismo, el desarrollo se produce articulado según los factores
de maduración, experiencia,
transmisión y equilibrio , dentro de un proceso en el
que a la maduración biológica,
le sigue la experiencia inmediata
del individuo que
encontrándose vinculado a un contexto socio-cultural incorpora el nuevo
conocimiento en base a unos supuestos previos ( transmisión social ), ocurriendo el verdadero aprendizaje
cuando el individuo logra transformar y diversificar los estímulos
iniciales, equilibrándose así
internamente, con cada alteración cognoscitiva.
Se considera al alumno poseedor
de conocimientos, con base a los cuales habrá de construir nuevos saberes. No
pone la base genética y hereditaria en una posición
superior o por encima de los saberes. Es decir, a partir de los conocimientos
previos de los educandos, el docente guía para que los estudiantes logren construir
conocimientos nuevos y significativos, siendo ellos los actores principales de
su propio aprendizaje. Un sistema educativo que adopta el constructivismo como
línea psicopedagógica se orienta a llevar a cabo un cambio educativo en todos
los niveles.
La perspectiva constructivista del aprendizaje puede
situarse en oposición a la instrucción del conocimiento. En general, desde la
postura constructivista, el aprendizaje puede facilitarse, pero cada persona
reconstruye su propia experiencia interna, con lo cual puede decirse que el
conocimiento no puede medirse, ya que es único en cada persona, en su propia
reconstrucción interna y subjetiva de la realidad. Por el contrario, la
instrucción del aprendizaje postula que la enseñanza o los conocimientos pueden
programarse, de modo que pueden fijarse de antemano los contenidos, el método y
los objetivos en el proceso de enseñanza.
Como figuras clave del construccionismo podemos citar
a Jean Piaget y a Lev Vygostki. Piaget se centra en cómo se construye el
conocimiento partiendo desde la interacción con el medio. Por el contrario,
Vigostky se centra en cómo el medio social permite una reconstrucción interna.
La instrucción del aprendizaje surge de las aplicaciones de la psicología conductual, donde se especifican los
mecanismos conductuales para programar la enseñanza de conocimiento.
La formalización de la teoría del Constructivismo se atribuye generalmente
a Jean Piaget, que articuló los mecanismos por los cuales el conocimiento es
interiorizado por el que aprende. Piaget sugirió que a través de procesos de
acomodación y asimilación, los individuos construyen nuevos conocimientos a
partir de las experiencias. La asimilación ocurre cuando las experiencias de
los individuos se alinean con su representación interna del mundo. Asimilan la
nueva experiencia en un marco ya existente. La acomodación es el proceso de
reenmarcar su representación mental del mundo externo para adaptar nuevas
experiencias. La acomodación se puede entender como el mecanismo por el cual el
incidente conduce a aprender. Cuando actuamos con la expectativa de que el
mundo funciona en una forma y no es cierto, fallamos a menudo. Acomodando esta
nueva experiencia y rehaciendo nuestra idea de cómo funciona el mundo,
aprendemos de cada experiencia.
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